Aprovechando el tema que ha tratado mi
compañera de los gatos más longevos que se han hecho famosos, me ha
apetecido contaros a los que he tenido la suerte de conocer yo.
Toribio:
Un gato de 12 años que pasó sus 8
primeros en las calles. Cuando lo conocí tenía tantas heridas de
guerra e hijos a la espalda que podría haber estado horas contándome
batallitas si supiera hablar humano. Lo esterilicé y tras la
analítica me di cuenta que la calle no perdona, tenía
inmunodeficiencia felina.
Monet:
Un día recibí una llamada del
veterinario para contarme que un señor se había personado esa misma
mañana con un gato de unos diez años. Alegó que era de su padre y
que éste últimamente había tenido problemas respiratorios y había
decidido separarlos. No pensó llevarlo a una protectora, ni buscarle
otro hogar, no. Directamente se presentó en el veterinario
solicitando su eutanasia.
Nemo:
Me llegó un mensaje desesperado de una
amiga pidiendo ayuda para difundir un caso. Nemo, un gato de 12 años,
llevaba meses viviendo solo en un apartamento porque su familia había
decidido que ya no quería que viviera con ellos. Nos daban un
ultimátum. El día que conocí a Nemo no me podía creer que
hubieran tomado esa decisión. Me pareció el gato más maravilloso y
bueno del mundo.
Munch:
Antes de conocerlo me pasé una hora
entera buscándolo por las calles donde nos habían dicho que estaba.
Solo lo había visto en fotos y ya me había robado el corazón. Por
suerte mi compañera logró cazarlo esa misma tarde, lo que me
permitió llevarlo al veterinario de inmediato y enterarme de que era
un anciano de diez años, enfermo de todo lo habido y por haber.
He pensado mucho en ese anciano al que
no le pongo ni cara, pero al que un día su hijo separó de su amigo
fiel, sin avisar. En la familia de Nemo la verdad es que no he
pensado mucho y tampoco sé si ellos habrán recordado alguna vez a
ese felino al que dejaron de querer. Nunca sabré cómo Munch acabó
en la calle en ese estado tan demacrado ni la de cosas que tuvo que
vivir en el camino.
¿Pero sabéis todo lo que sí sé?
Toribio es el rey de mi jardín. Qué
digo el rey.. ¡el padrino! Todo un Vito Corleone. Esta semana mismo
ha tenido su última revisión y resulta que está más sano de lo
que yo lo he estado nunca.
Monet creo que ya no recuerda nada de
su anterior vida. Tan solo convivió un par de semanas con nosotros,
ya que tuvo la suerte de ser adoptado por una veterinaria que además
tenía otros dos gatitos abueletes, así que encima ahora él es el
joven. Come del mejor pienso, me da a mí que no se ha visto en una
igual.
Nemo encontró al amor de su vida. Su
mamá es una gran persona que además he tenido la suerte de conocer.
Lo acogió cuando más lo necesitaba y lo adoptó tan solo un mes
después, perdidamente enamorada ya de él. Recientemente también ha
tenido una revisión veterinaria que nos dejó claro que hay Nemo
para rato. Noticia que sigo celebrando.