martes, 17 de febrero de 2015

Mis gatos más longevos

Aprovechando el tema que ha tratado mi compañera de los gatos más longevos que se han hecho famosos, me ha apetecido contaros a los que he tenido la suerte de conocer yo.

Toribio:

Un gato de 12 años que pasó sus 8 primeros en las calles. Cuando lo conocí tenía tantas heridas de guerra e hijos a la espalda que podría haber estado horas contándome batallitas si supiera hablar humano. Lo esterilicé y tras la analítica me di cuenta que la calle no perdona, tenía inmunodeficiencia felina.




Monet:

Un día recibí una llamada del veterinario para contarme que un señor se había personado esa misma mañana con un gato de unos diez años. Alegó que era de su padre y que éste últimamente había tenido problemas respiratorios y había decidido separarlos. No pensó llevarlo a una protectora, ni buscarle otro hogar, no. Directamente se presentó en el veterinario solicitando su eutanasia.



Nemo:

Me llegó un mensaje desesperado de una amiga pidiendo ayuda para difundir un caso. Nemo, un gato de 12 años, llevaba meses viviendo solo en un apartamento porque su familia había decidido que ya no quería que viviera con ellos. Nos daban un ultimátum. El día que conocí a Nemo no me podía creer que hubieran tomado esa decisión. Me pareció el gato más maravilloso y bueno del mundo.



Munch:

Antes de conocerlo me pasé una hora entera buscándolo por las calles donde nos habían dicho que estaba. Solo lo había visto en fotos y ya me había robado el corazón. Por suerte mi compañera logró cazarlo esa misma tarde, lo que me permitió llevarlo al veterinario de inmediato y enterarme de que era un anciano de diez años, enfermo de todo lo habido y por haber.



He pensado mucho en ese anciano al que no le pongo ni cara, pero al que un día su hijo separó de su amigo fiel, sin avisar. En la familia de Nemo la verdad es que no he pensado mucho y tampoco sé si ellos habrán recordado alguna vez a ese felino al que dejaron de querer. Nunca sabré cómo Munch acabó en la calle en ese estado tan demacrado ni la de cosas que tuvo que vivir en el camino.

¿Pero sabéis todo lo que sí sé?

Toribio es el rey de mi jardín. Qué digo el rey.. ¡el padrino! Todo un Vito Corleone. Esta semana mismo ha tenido su última revisión y resulta que está más sano de lo que yo lo he estado nunca.

Monet creo que ya no recuerda nada de su anterior vida. Tan solo convivió un par de semanas con nosotros, ya que tuvo la suerte de ser adoptado por una veterinaria que además tenía otros dos gatitos abueletes, así que encima ahora él es el joven. Come del mejor pienso, me da a mí que no se ha visto en una igual.

Nemo encontró al amor de su vida. Su mamá es una gran persona que además he tenido la suerte de conocer. Lo acogió cuando más lo necesitaba y lo adoptó tan solo un mes después, perdidamente enamorada ya de él. Recientemente también ha tenido una revisión veterinaria que nos dejó claro que hay Nemo para rato. Noticia que sigo celebrando.

Y Munch, un minino que me da a mí que se ha hecho famosete en el mundo gatuno. Me regaló medio año de su grata compañía y después me abandonó, pero para irse con su media naranja. No podría tener una mamá mejor. Ver de nuevo el brillo en sus ojos es lo que más deseaba, pues lo había perdido en algún contenedor, junto a su pelo, sus dientes y su salud.

jueves, 12 de febrero de 2015

¿Qué tienen en común los gatos más longevos del mundo?

¿Conocéis a Tiffany Two? Recientemente se ha hecho famosa por ser la gata viva más mayor conocida, tiene 26 años (que el equivalente humano ronda los 121) y es una preciosa gata carey que me tiene enamorada. Además según dice de ella es una gata valiente dónde las haya, según he leído por ahí su dueña afirma que: "No tiene miedo de nada ni de nadie. Puede pasar cerca de los perros, es muy luchadora". Ya sé que todas las carey son diferentes pero… ¿no os recuerda un poquito a Aitana de Bigote de Gato? Careys y luchadoras...
  



Me entró la curiosidad y me puse a investigar. ¿A que no sabéis a quien le robó el título nuestra querida Tiffany Puff? Pues a una preciosa gata llamada Poopy que también tiene el pelo de tres colores desordenados, sí señores, Poppy era también una preciosa gata carey pero con tonos claros. Además nos cuentan que murió sorda y ciega pero hasta el último momento tuvo mucho carácter, no dejaba que ninguno de sus compañeros gatunos les robara la comida.


¿Qué tendrán las carey que son tan luchadoras? Y que todavía haya gente que se resista a adoptarlas…

Pero no puedo terminar esta entrada sin mencionar a Creme Puff, porque ¿qué tienen en común los gatos más viejitos del mundo? ¡Pues que son gatas! Creme Puff fue la gata más longeva de la historia, que murió con 38 años y 3 días, no era una gata carey, pero sí una preciosa hembra felina. 



domingo, 8 de febrero de 2015

Todo lo que no maullamos aquel Interrail...

Destinos bigotudos 2: Holanda y Bélgica

Hace unos meses yo y un par de amigos nos echamos la mochila al hombro y nos lanzamos de Interrail por los Países Bajos. Aunque tengo que reconocer que fue un viaje genial, recientemente he descubierto un par de cosas súper bigotudas que me hubiera encantado visitar. Como no quiero que os pase a vosotros, mejor os las cuento para que vayáis tomando nota. Por cierto, ¿qué hacéis el segundo domingo de mayo de este año? Yo creo que ya estoy planeando mi segundo viaje a los Paises Bajos y a lo mejor después de leer esto os apetece venir conmigo.

No tenía yo ni idea de la pasión de los holandeses de por los gatos pero un día andaba yo cotilleando por los #hastags en Instagram (dónde me podéis encontrar como @elenakaede) cuando tropecé con una cuenta gatuna y singular que se llama @catsofamsterdam. Si sois bigotudos instagramers os la recomiendo no sólo veréis un montón de fotos preciosas de gatos si no que descubriréis al mismo tiempo una ciudad espectacular. Así descubrí el Kattenkabinet, un museo de Amsterdam lleno de  pinturas dibujos y esculturas sobre gatos, entre los artistas hay obras de Picasso, Rembrandt o Toulouse-Lautrec. No sabéis cuánto me arrepiento de no haberme enterado antes de ir…



Si hay una cosa que me hubiera gustado visitar por encima de todas cuando fui a Amsterdam es Poezenboot, que estoy segura de que muchos de vosotros conocéis pero es un lugar del que yo no sabía nada hasta hace un par de meses. ¿Cómo se me pudo pasar semejante lugar? El Poezenboot, para los pocos que no lo sepáis, es una residencia para gatos en una casa-barco. Gatos que viven en un barco, tal cual suena. Buscando información por ahí he visto que nuestros colegas de Gatos y gatunos ya han estado, pero como nosotras todavía no, he cogido una foto de google para que veáis de qué os hablo:




Ahora cojamos un tren y vayámonos a Bélgica (dónde por cierto llevan unos 5 años con políticas serias de esterilización de callejeros), concretamente a la ciudad de Ypres. Todos sabemos que la Edad Media no fue famosa por su amor a los felinos ya que los asociaban al demonio, a la magia y a las brujas y en muchas partes de Europa se dedicaron a aniquilarlos sin piedad, este fue el caso de Ypres, dónde desde el siglo XII hasta principios del XIX (un buen porrón de años...) se dedicaron a lanzar gatos vivos desde el campanario Lakenhalle como método de exterminio. Por suerte estos belgas han sabido reconciliarse con la tradición y en 1930 decidieron retomar esta actividad pero lanzando gatitos de peluche que los ciudadanos esperan ilusionados. Durante estas fechas Ypres se llena de gatitos por todos los escaparates y hasta hacen desfiles por las calles. Este festival se llama el Kattenstoet y se celebra el segundo domingo de mayo de cada tres años y ¿sabéis qué? ¡Este 2015 toca fiesta!




¿Sabéis que la tauromaquía tal y cómo la conocemos también nació en España en el siglo XII? Buena nota podríamos tomar de los belgas y comenzar a lidiar toros de peluche, ¡esa sí que sería una buena fiesta nacional!



miércoles, 4 de febrero de 2015

Los dueños de internet (I parte)

Que los gatos son los amos del cotarro en internet es algo que sabe todo el mundo. Por eso no fue extraña la noticia de hace unos años, que nos contaba que lo más parecido a un cerebro artificial que había conseguido crear Google había aprendido su primera palabra: Gatito. Lo hizo mediante un método de análisis de imágenes, más de 10.000 entre numerosos vídeos de youtube.

Experimentos aparte, ¿quién no se ha pasado largos ratos delante de la pantalla viendo vídeos graciosos de gatos? Iba a añadir “cuando no tenemos nada que hacer”, pero.. ¡Ay de nosotros!, creo que también nos pasamos largos ratos viendo esos vídeos aunque tengamos tareas pendientes. Vamos, que lo hacemos porque nos gusta, como Enjuto Mojamuto.


Y si no que me lo digan a mí, que he visto tantas veces este vídeo discotequero gatuno que sé cada gracioso movimiento de memoria. Y he obligado a más de uno a verlo.


O si no el que viene a continuación, que no siendo yo fan de los videojuegos he disfrutado siempre al mismo nivel con su visionado.


Y este último, mi descubrimiento más reciente. Los gatos malignos me enamoran y este pelirrojo asesino de soldados de papel me tiene loca.


He tenido que especificar en el título de esta entrada que era la primera parte, por la cantidad de vídeos que me he dejado reservados para la próxima. Animaos a contarnos si existe algún vídeo gatuno que siempre os saca una sonrisa, si conocíais estos, qué os ha parecido su descubrimiento en caso de que no y cuánto tiempo dedicáis a esta curiosa actividad.