Hace unos días Lizzie, la gata de mi
amiga, desapareció y su familia se volvió loca de preocupación
buscándola. Por “suerte” Lizzie había caído en un patio
interior del edificio dónde, a pesar de haberse roto una pierna,
encontró agua acumulada por la lluvia y seguramente algún bichejo
que llevarse a la boca. Sobrevivió 6 días hasta que la encontraron,
ya está sana y salva y su experiencia me ha enseñado cuatro cosas
que quiero compartir con vosotros. También quiero aprovechar a las
más de 300 personas que compartieron su foto por las redes, sobre
todo a los catlovers twitteros y protectoras de Barcelona como La
Lliga d'Animals i Plantes que estuvieron muy atentos.
Lizzie os da las gracias infinitas
En los primeros momentos
Te acabas de dar cuenta. Tu gato no
está, no aparece por ningún lado, ya notas el pánico subiendo por
tu garganta... Tranquilo, la histeria nunca ayudó a nadie y si tu
gato está asustado por algún motivo y escondido en algún lugar de
tu casa, el hecho de que tu te pongas a dar gritos de loco por todos
los rincones de tu casa no le va a ayudar a relajarse y salir. Así
que párate a pensar 5 minutos y elabora un plan de acción.
Lo primero de todo, ¿sabes por dónde
ha salido? Quizás nos empeñamos en dar vueltas por la calle una y
otra vez cuando en verdad el gato no ha salido del edificio. Lo
mejor, si no hemos visto al gato salir por la puerta y marcharse, es
registrar cada puerta, balcón y ventanita de tu casa, por minúscula
que sea. Lizzie cayó por una ventana pequeña de ventilación del
baño y acabó en el patio interior de un restaurante chino. Asómate
a todos los rincones de tu casa y si están oscuros busca una
linterna, quizás veas sus brillantes ojos al final de un patio
oscuro.
Pasea calle arriba y calle abajo,
pregunta a los vecinos, quizás alguno lo ha visto o quiera
acompañarte en la búsqueda. Mientras lo buscas no dejes de decir su
nombre a ver si se da por aludido y quiere responder a la llamada. Ya
sabemos como son los gatos, a veces el nombre no es la mejor forma de
llamar a un gato. Quizás hay palabras o sonidos que le resulten más
atractivos: en casa usamos comederos de metal para darles la latita
(media latita a media tarde como premio) y los gatos al oir el sonido
de una cuchara al chocar con el comedero aparecen aunque estén
escondidos en el fin del mundo.
Cuando han pasado unas horas
Han pasado unas horas y el gato sigue
sin aparecer. Mientras esperas a que se haga de noche te recomiendo
lo siguiente: busca una foto de tu gato que se vea bien, que mire de
frente y se aprecie si tiene algún rasgo distintivo (quizás sea
cojito o tenga el rabo corto o una mancha muy peculiar en la nariz) y
empieza a difundir.
Primero difunde por lo mas cercano tu
edificio o tu vecindario, un cartel en el ascensor o en la puerta del
garaje por dónde todo el mundo pasa. Luego intenta colgar alguno más
en las farolas o semáforos de tu zona así aprovechas para dar otro
paseo y ver si lo encuentras.... y no te desanimes si los ves
arrancados, es muy frecuente. Sigue intentándolo. Recuerda que es
muy importante poner tu teléfono de contacto y el nombre del gatito.
Escribe a las protectoras y llama a los
veterinarios de la zona. Quizás alguna haya encontrado un gatito de
esas características, mándales su foto y tu teléfono. Si no lo han
encontrado podrán publicarlo en sus redes sociales, a ellas les
sigue un montón de gente dispuesta a echarte una mano si lo
encuentran y seguro que mucha gente a su vez comparte su foto.
También puedes pedirle ayuda a tus amigos y que lo compartan en sus
muros, todos tenemos un amigo que es un twit-start o que tiene mil
seguidores en Instagram y que está dispuesto a mover la foto por las
redes. Eso sí, cuando tu gato reaparezca, porque con tanta energía
positiva va a reaparecer seguro, escríbeles y dales la buena noticia
y las gracias, te emocionará ver la alegría de la gente que de
verdad seguía el caso.
¿Ya es de noche? Coge una latita, sus
chuches favoritas y da otra vuelta. Di su nombre, di “latita”,
cuando alguien te mire con cara de “¿qué hace esta loca?”,
cuéntales tu situación y verás como cambian a la expresión de
“voy a ayudar a esta chica...”. Los gatos que no están
acostumbrados a salir a la calle se asustan con facilidad, puede que
la tranquilidad de la noche y oír tu voz les ayude a salir. Busca
entre los arbustos y debajo de cada coche.
Prevenir mejor que curar.
Es muy importante tener en cuenta un
par de cosa que nos ayudarán a encontrar al gato si se pierde o
prevendrán que se escape.
1- Un gato no castrado es mucho más
escapista. La gata de tu vecina (o las gatas de la calle) está en
celo y tu gato se muere de ganas de que abras la puerta para ir a
visitarla. Esterilizar es muy importante.
2- Ponle un chip a tu gato, si se
pierde y lo llevan a un veterinario podrán leerlo y les aparecerá
tu número en la pantalla y te llamarán. También puedes ponerle
además un collar con una cápsula o una plaquita. En la cápsula podrás escribir tu teléfono y
además el hecho de que lleve collar lo diferenciará de cualquier
callejero.
3.- Pon redes en balcones y ventanas. Una buena
red en una ventana puede ahorrarnos un buen disgusto.
Lizzie y Darcy jugando juntos en su casa. Historias con final feliz.
Espero que esta entrada te haya
parecido interesante, pero que nunca nunca tengas que usarla.