Como mi compañera sigue de viaje por
tierras orientales, qué mejor que aguantar la espera de las
magníficas fotos e historias que nos aguardan, que tratando temas
animalistas en este espacio.
A la pregunta de
¿por qué creéis que debemos educar a los niños en el
respeto a los animales?, la respuesta es muy sencilla, porque
queremos adultos respetuosos con los sin voz.
Si algo tenemos claro es que la mejor
manera de educar es predicar con el ejemplo. Pero,
¿somos cien por cien un buen ejemplo?
Hace unas semanas asistí a una charla
para niños sobre conceptos básicos y derechos de los animales. La
actividad consistía en elegir al azar un animalito de
juguete y que explicaran todo lo que supieran sobre él. El perro
muerde, el gato araña, el tiburón mata, el elefante puede chafarte,
al igual que el rinoceronte, la araña pica,.. La encargada de dar la
charla ya contaba con la facilidad que tienen los niños de recordar
los rasgos “menos buenos” a la hora de describir a un animal. Y,
dándole la vuelta a la tortilla, justificó cada rasgo que ellos
consideraban negativo y la mayoría de ellos quedó convencido. ¿No
sería más fácil explicarles que el gato callejero se eriza cuando
se asusta o que una araña no te picará si no invades su territorio?
En vez de eso, les transmitimos que el humano es bueno y el mamífero,
insecto o reptil, ataca.
En el sistema educativo, rara vez se
incluye el respeto a los animales. En la escuela son tratados como
meros recursos para satisfacer nuestras propias necesidades. “Andrés
tenía 13 pollos y se comió 7, ¿cuántos pollos le quedan ahora?”
Quizá
el problema también resida en la línea que separa el que te gusten
los animales y defenderlos. ¿A quién no le gustan los animales? Son
peludos y una monería. Pero dentro de ese grupo están los que van a
verlos a zoológicos y circos y los que defendemos sus derechos e
intentamos inculcar ciertos valores. Al hacerlo a edades tempranas,
solo tenemos que enseñar, ya que más tarde modificar conductas será
una ardua tarea.
No está todo perdido, por suerte.
¿Sabéis que una vez una mamá adoptó a dos gatitos porque su hijo
de 13 años prefería la compañía felina que una play station? Y
hoy por hoy sigue mimándolos como el primer día.
Uno de mis alumnos, de tan solo 6 años,
vive al lado de un campo de tiro. A su corta edad ya son varios los
pichones que ha recogido malheridos y, tras un periodo de curas y
reposo, los ha echado a volar.
Una niña de 12 años, que hoy cuenta
con algunos años más.., metió a su gata herida en un carro de la
compra y la llevó al veterinario, pagándolo con sus ahorros, tras
repetirle su madre durante días “ya se curará sola”.
Y sin ir más lejos, este verano una
amiga presenció como unos niños pasaron de maltratar a unos
cangrejos en la playa, tirándoles arena, a convertirse en los héroes
de aquella cala al salvarles la vida porque escucharon sus consejos.
Historias que me conmueven. :)
Y me despido con un vídeo de un niño
increíble, que seguramente ya conozcáis porque se convirtió en
viral por la deducción lógica que ya podríamos tener la inmensa
mayoría.
Me gusta mucho la entrada ya que no sólo trata un tema que me parece muy interesante sino que me ha hecho reflexionar sobre qué es lo que desde niño aprendemos sobre los animales. Además añadiría que algunos no tienen ocasión de aprender con el ejemplo, pues no conviven con animales y viven en ciudades donde puede no resultar fácil que perciban gran cosa de ellos. En tales casos o les tienes miedo o simplemente ignorarás cualquier cosa relacionada con ellos.
ResponderEliminarMe encantan las anécdotas que has contado, ayuda saber que hay una infancia que ya los quiere más allá de lo que vean de los adultos y pese a lo que ven. Y el vídeo da mucho que pensar sería bueno que cosas así las viéramos con la naturalidad de los ojos de un niño.
Antártida, tu caso es un buen ejemplo de lo que cuentas, pues no tuviste ocasión de aprender a quererlos al no tenerlos en tu entorno, ¿verdad? Aunque es una verdadera suerte que te hayas puesto al día queriendo a tantos a la vez ahora. :) :)
EliminarGracias por tus palabras.
¡Verdades como templos compañera! El respeto a los animales y la forma de relacionarnos con ellos es algo totalmente cultural. Mucha gente me ha preguntado "¿Por qué eres vegetariana? " pero nadie se pregunta a sí mismo "¿Por qué como carne?". Al final es algo cultural, educacional, comes carne porque te han enseñado que es lo que se hace. Que el niño del vídeo se lo haya planteado es todo un logro.
ResponderEliminarPor cierto lo de la niña que metió a su gata en el carro de la compra me ha emocionado, esa historia no la conocía :)
¡Un abrazooo y muchos miaus!
Pues menos mal que todavía guardo alguna historia que te sorprende, si no fuera así.. ¡menudo aburrimiento! :D
EliminarY hablando de historias que sorprenden.. aquí estamos todos deseando leer las tuyas a tu vuelta.
¡Gracias!
Buena entrada. Y no es que nosotros seamos muy niñeros que digamos, pero nos has dado mucho en lo que pensar, porque la educación y el ejemplo es fundamental si queremos que las cosas cambien de verdad y tenemos que insistir en ello.
ResponderEliminar¡Ronroneos y respeto, mucho respeto! Miau :)
Rumbo, ¿no eres muy niñero? Por aquí tampoco lo somos, los niños se mueven muy deprisa ;)
EliminarUn abrazo enorme para toda vuestra familia.