domingo, 1 de marzo de 2015

Destinos bigotudos 3: ¡JAPÓN!

¡Sí señores! Dentro de algo más de tres semanas, servidora se coge un avión y se planta en Tokio, para disfrutar de uno de los destinos más bigotudos que se puede imaginar. ¿Sabías que la onomatopeya japonesa para imitar el maullido de un gato es nyan nyan? Y nosotros aquí diciendo miau miau…

Aunque ya os hablaré a la vuelta de si es verdaderamente gatuno este país, quiero compartir con vosotros algunas de las las curiosidades bigotudas que me voy encontrando al preparar el viaje.
Seguro que más de uno, al unir los conceptos de gato + Japón, lo primero que le ha venido a la cabeza ha sido un cat café o quizás la imagen de un maneki neko (ya sabéis, esas figuritas de gatitos con la patita levantada).

¡Por supuesto que pensamos visitar un cat café! Me han hablado de un par que se encuentran en la zona de Shibuya pero, ¿sabéis cuántos cat café hay en la ciudad de Tokio? Pues tendríamos que tomarnos unas 40 tazas de café si quisiéramos visitarlos todos (eso es mucha cafeína...). Lo cierto es que el concepto de café con gatos es originario de Taiwan pero los japoneses, que son más frikis que nadie, lo llevaron a su máxima expresión y por lo que he leído podemos encontrar cat cafés que además están especializados: en gatos negros, en gatos gordos, en alguna raza concreta, un cat café con una cabra o un cat café con conejitos (¿eso no sería un rabbit café?).

Mientras en España tendremos que conformarnos con nuestra querida Gatoteca, la que por cierto visité hace unos meses y me encantó:

¡Por supuesto, dejé constancia de mi visita en Instagram! 


Pero mucho antes de que el primer cat café llegara a Tokio ya era famoso el maneki neko, gatito que seguro que habéis visto en muchas tiendas de los chinos de vuestro barrio y que está sentadito levantando una patita. Por lo visto dependiendo de qué patita levante la figura atrae la fortuna o el dinero. Pienso comprar un par de cientos de ellos en Japón y a colocarlos alrededor de mi cámara de fotos…

Maneki neko, imagen de Internet


Pero... ¿de dónde viene esta pasión de los japoneses por los gatos? Bueno los que me conocéis ya sabéis que me encantan las historias, las leyendas y los cuentos, así que he estado investigando. Ahí va:
En Tokio hay varios templos dedicados a la figura del gato entre ellos uno llamado Goutokuji. La leyenda explica que allí vivía un monje muy muy pobre que vivía en compañía de su gato, lo compartía todo con su minino, hasta la poca comida que conseguían. Un día andaba por la zona un señor muy rico al que sorprendió la tormenta en mitad del campo. El pobre señor incauto, un personaje que era más de ciudad que de campo, no tuvo otra ocurrencia que refugiarse bajo un árbol. Cuando el felino, que no estaba acostumbrado a ver más humanos que su querido monje, se cruzó con él se asustó mucho e intentó espantarlo levantando y moviendo la patita. El señor ricachón, que no entendió muy bien qué quería decirle el minino, se dirigió hacia el gato creyendo que lo estaba llamando. Un segundo después de levantarse, un rayo fulminó el árbol en el que estaba sentado. El gato le había salvado la vida. El señor rico siguió al gato hasta el lugar dónde se refugiaba el monje y se quedó con ellos hasta que amainó la tormenta. Desde entonces nunca les faltó de nada al monje y a su gato ya que el señor rico, desde su casa en la ciudad, se encargó de ello personalmente en muestra de su agradecimiento por haber salvado la vida gracias el pequeño felino.

¡Cientos de gatitos en el Templo Goutokuji! Foto extraída de la web http://www.tofugu.com/

Si conocéis otra leyenda sobre el origen del maneki neko o habéis visitado Japón y queréis recomendarnos algún lugar que visitar, ¡espero vuestros comentarios!


Por cierto, para los más frikis de la animación japonesa, deciros que no pienso perderme el Museo Ghibli y que saludaré a Totoro de vuestra parte. ¿Creeis que podré hacer el viaje a Japón en el Gatobus? Creo que tendré que conformarme con un simple y aburrido avión…


Fotograma de la película Mi vecino Totoro

6 comentarios:

  1. ¿Pero que vas a conocer a Totoro? ¡Qué envidiaaaaa! Dale un besito de mi parte, jejeje. (Por cierto, ¿sabes que un hijo de Carretilla se llamó Totoro?)

    Tu viaje es alucinante, espero que lo pases genial y que aprendas muchas cosas. Y que, además, vengas con muchas ganas de contárnosla.

    Chulísimos los gatines con la mano levantada blancos y rojos. ¡Estoy deseando ver fotos de todo!

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    1. ¡No sabía que había un Totoro hijo de carretilla! :) :) Ya le daré saludos de parte tuya y de Carretilla, dicen que entrar en el museo es como meterse en una película de Miyazaki, es un poco complicado conseguir la entrada ¡pero lo conseguiré!
      Pienso hacer fotos para aburriros a todos y traeré un montón de maneki neko para repartirlos.

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  2. Bueno, nos has dejado anonadados con los cat-cafés especializados en gatos gordos. ¡Ojo al dato!

    En cuanto a los maneki neko, justo venimos de leer un texto sobre ellos en el Facebook de Tutuchi en el que se incluye la leyenda que cuentas y otras dos. ¿Casualidad? ¡A saber!

    ¡Ronroneos y ya nos contarás cuán felino y friki es Tokio!

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    1. ¡Cómo lo oyes! ¡Cat cafés de gatos gordos! Seguro que conoces por aquí algún gatico regordete que podría ser parte de un cat café de estos...
      ¡Voy a echar un vistazo al enlace que me pones qur tengo que culturizarme para el viaje!
      ¡Muchos miaus!

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  3. Ni siquiera me había dado cuenta de que no siempre levanta la misma mano, y eso que tengo uno de cada ;) y la leyenda me parece muy chula, si es que los gatos sólo traen cosas buenas.
    Por cierto que me ha sorprendido que no incluyas al menos en tus comentarios nada sobre la Isla de los gatos cuyo origen, acabo de leer, está en la necesidad de proteger la cría de los gusanos de seda de sus depredadores, entre ellos las ratas, además luego se dedicaron también a la pesca y los gatos se ocupaban de dejar limpia la isla de restos de pescado.
    Lo que no sé es porque en cada web que busco le ponen un nombre distinto, pero si buscas isla de los gatos lo encuentras seguro, venga a ver si hay suerte y también consigues visitarla!

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    1. ¡La isla de los gatos fue de los primero que busqué! Pero al ver que tenía que desviarme bastante de mi ruta para llegar a ella dejé de investigar el tema que me daba "golica"… Así que digamos que esta entrad es de las cosas japo-gatunas que me podré ver porque si tengo hablar de todo lo gatuno de japón ¡sería una entrada más larga que la Biblia!
      Ya te traeré yo un gato con cada patica diferente levantada para que veas la diferencia en persona jejeje

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