lunes, 11 de mayo de 2015

Qué hacer si me encuentro un gatete (o perrete)

A estas alturas, muchos de nosotros ya tenemos asimilado que no podemos salvarlos a todos, ¡qué más quisiéramos! Pero, ¿y si nos lo encontramos nosotros? También tenemos claro, menos mal, que no vamos a mirar para otro lado.

La inmensa mayoría de la gente cree que la única y exclusiva solución es la de llamar a una protectora. Y por desgracia, también la inmensa mayoría si recibe una negativa, cree que ya ha hecho todo lo que estaba en su mano y se desentiende. No sin antes hacer sentir muy mal a la persona que lo haya atendido. No querrá escuchar excusas sobre la saturación que sufren ni los problemas económicos por los que atraviesan. Dirán "ah, que no vas a hacer nada, ¿no? Pues ahí se queda", o algo muy similar. Dejando en el voluntario no solo la impotencia que le produce no poder ayudar al animal, sino también el mar sabor de boca que deja el egoísmo.

Hoy quisiera contaros todo lo que creo que podemos hacer nosotros solitos, sin necesidad de "pasarle el marrón" a otros, a otros que por cierto tendrán decenas de "marrones" a su cargo y una larga lista de deudas en el veterinario.



Lo primero sería llevarlo a un lugar seguro. (Ni que decir tiene que si el animal está grave o presenta síntomas de enfermedad, donde tiene que ir es al veterinario). No hace falta que sea a tu casa, hay gente que desde el primer momento se agobia pensando "en mi casa no se puede quedar". Pero pensemos un rato, quizá en la casa de un familiar, o pregúntale a algún vecino, a tu pareja, a algún amigo. Salvarle la vida a un peludo vale deber algún favor.

Otra cosa importante a tener en cuenta sería que la negativa de la protectora a quedarse con el animal, no conlleva que te nieguen otro tipo de ayuda. La gente se sorprendería si en lugar de amenazar y ponerse a la defensiva con ellos, empezara la conversación diciendo "yo me lo puedo quedar hasta encontrarle una casa". Pueden ayudarte a difundir al animal y en caso de estar muy grave y necesitar algún gasto veterinario, pueden echarte una mano organizando una rifa en su beneficio o alguna actividad similar. 

Puedes colgar carteles por tu localidad o ciudades vecinas. Lo más propio es en veterinarios y tiendas de productos para mascotas. Pero también es eficaz dejarlos en sitios como tablones de anuncios de ayuntamientos, bibliotecas, copisterías o colegios.



Puedes difundirlo en redes sociales, la gente de facebook, twitter o intagram se vuelcan con estos temas, a pesar de ser cientos los anuncios nuevos que se cuelgan cada día.

También hay páginas de anuncios de difusión animal que te podrían ser útil: Segunda mano, Locas felinas, Pon una mascota en tu vida, Proyecto mascota, Animales sin hogar, 8 patas, SOS animales, mil anuncios,.. y muchíiiiiisimas más que podrás encontrar en el buscador.

Con insistencia, paciencia y mucha dedicación, encontrarás un buen hogar para el peludo que se haya cruzado en tu camino. Pero ojo, recalco lo de "buen" hogar porque no todos son buenos. Lamentablemente, detrás de cada buena acción, hay gente de todo tipo esperando para jugártela. Tendrás que ser un poco Sherlock y servirte de tu intuición. Aunque estoy convencida de que tras pasar un tiempo cuidando de ese nuevo amigo, te faltarán ojos después para saber con qué clase de familia quieres que emprenda su viaje.


Por cierto, la que nos ha ayudado a ilustrar esta entrada ha sido Luz, la gata con la que aprendí el proceso. :)


5 comentarios:

  1. Creo que la gente tiene un concepto muy equivocado de lo que es una protectora, parecen desconocer que está compuesta por voluntarios, que su labor es altruista, que no reciben subvención de ningún tipo y que en la mayoría de las ocasiones no cuentan con albergue. Aunque es difícil que con la información que hay hoy en día por internet no sepan ya todo ésto, y lo que es peor, me da que aunque se les explique cuando llaman, siguen sin asimilarlo y se dan a lo cómodo a que les soluciones la papeleta. Me da a mí que cuando no quieren entenderlo y además os hacen sentir mal como si fuera culpa vuestra, lo único que han querido es acallar ese cachito de conciencia que les "molesta" haciendo su "buena labor del día".
    Aquellos que verdaderamente lo entienden segura estoy que intentan hacer un hueco en sus hogares para cuidar del recién llegado mientras se le encuentra una adopción, que en eso sé bien que toda protectora ayuda.
    Por cierto preciosa tu Luz que gracias a tí dió un cambio expectacular, pero me da a mí que la foto del centro no es ella, es que diría que hasta me resulta familiar el ladrillo, sácame de dudas.

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    1. Sí, sí, ella es. Aunque era un ejemplo de cartel. :D Ella estuvo difundida por una protectora que me ayudó, porque como cuento, casi todas te ayudan en lo que pueden. Solo que duró poquito en adopción porque conquistó mi corazón (y el de mis abuelos, jeje).

      Gracias por sacar un hueco y comentar, un placer hablar del tema con gente que se pone en la piel del otro.

      ¡miau!

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  2. ¡Bueno! Conozco de primera mano el momento de agobio de "vale ya lo he rescatado, tengo un gato cojo en un transportín... ¿ahora dónde lo llevo?" Momentazo. Pero bueno poco a poco, con buena voluntad y poniendo todos un poco de nuestra parte se va solucionando. En mi caso cuando recogí al Oslo fue un rato a parar al taller hasta ver como se tomaban en mi casa la llegada de un cuarto gato... ¡Y al final todo el mundo quiere al Oslo! Y una cosa debo decir, ayuda por parte de Adypa (ahora Bigote de gato) no me faltó en ningún momento :)
    Hay que añadir una cosa, no hay nada como poder ver crecer y curarse a un gato que has rescatado tú, hay un orgullo y una satisfacción en eso que son indescriptibles. Y eso es algo que nunca sabrán los que que pasan el marrón a otro.
    (Soy Elenakaede con problemas informáticos)

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    1. sólo quiero añadir una cosa, de todos los momentazos que describes y de los que ya llevo vivido unos cuantos, el más fuerte fue el de Evaristo. Como dices tú "vale tengo un palomo herido en casa, a ver ahora como me las apaño", y mira fue bien y seguro que tiene una familia con una paloma.
      En cuanto a lo del orgullo que comentas, con Dumas en casa te entiendo muy muy bien, y es entrañable todo lo que se siente

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  3. Pues me da a mí que aunque la mayoría de la gente distingue entre lo que está bien y lo que está mal y sabe lo que debería hacer, es más fácil endiñarle el problema a otro (maúlle, ladre, píe o lo que sea que haga el pobre problema) Y si nadie se hace cargo, pues pasamos del asunto. Lo de agobiar a los voluntarios y llevarles a la extenuación no es una opción aceptable pero sin duda es más cómodo a la hora de acallar ese cachito de conciencia al que se refiere Antartida00 que pica y grita. Una pena, porque por más que informemos y nos esforcemos me temo que esto va a seguir pasando...

    Ronroneos y gracias por informar a la gente que sí quiere ayudar :)

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